A esta pregunta pretende contestar la compañía biofarmacéutica AbbVie a través de un proyecto global y profundo, Fit For Life (F4L Healthinking), que aspira a generar reflexión, análisis, conocimiento y propuestas acerca de la transformación, los cambios sociales y su impacto futuro, desde la dimensión de la salud y el ámbito sanitario

¿Se puede anticipar el futuro de la salud?
Un momento de los debates de este "think tank" de AbbVie/Foto facilitada por la compañía biofarmacéutica
  • 12 de marzo, 2018
  • MADRID/EFE/JAVIER TOVAR

“El cambio es permanente y persistirá siempre”. Este es el punto de partida de este ambicioso proyecto que trata de anticipar cómo los cambios de la sociedad y del mundo repercutirán en la salud de las personas.

Para ello, la compañía ha creado un comité de expertos con una visión integral de la sociedad y la salud, entre ellos, la filósofa Adela Cortina; la ex ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia; o el especialista en sanidad Julio Sánchez Fierro.

En el recorrido realizado hasta ahora, a partir de ese primer debate, se han sucedido otros dos bajo los títulos: “El futuro será social, o no será” y “Cómo la innovación acerca la salud a las personas”.

En todos los debates han estado presentes Antonio Bañares, director de Relaciones Institucionales de AbbVie; y Belén López, directora de Comunicación Estratégica y Pacientes de la compañía. EFEsalud ha conversado con ellos para conocer mejor esta iniciativa.

“Se trata de un ´think tank´ en el que expertos de distintas procedencias piensan juntos las tendencias sobre el futuro de la salud, con ánimo de anticipación, y visiones amplias, completas y complementarias”, resume Antonio Bañares.

Tecnología y salud

Algunas de las conclusiones que el propio Bañares extrae de lo debatido hasta ahora pasa por asegurar que “la tecnología debe servir de instrumento para la salud” y pone el acento en que la visión que se trata de aportar sobre el futuro de la sanidad y la salud se realiza desde los cambios “radicales, acelerados y permanentes” de la sociedad.

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Antonio Bañares durante uno de los debates/Foto facilitada por AbbVie

El Big Data se presenta, dice Bañares, como un modelo clave para el futuro de la sanidad, con una aproximación a la medida de la salud de cada ciudadano, pero con un carácter social.

Los cambios, agrega, más allá del sistema de salud, afectarán al conjunto de la sociedad y uno de los retos, en relación con la importancia que están cobrando las redes sociales, es coordinar la información veraz.

El papel de los pacientes

Belén López aporta sus impresiones desde su punto de vista y su trabajo muy cercano al paciente.

“El papel de los pacientes es clave en este proyecto. Son los protagonistas del Sistema Nacional de Salud. Saben lo que quieren y lo que necesitan. Deben aportar su criterio y su experiencia. Si queremos anticipar las necesidades, les tenemos que escuchar”, señala.

“El paciente responsable -prosigue Belén- debe desempeñar una parte activa en su propia salud. El sistema paternalista está superado. Y las asociaciones de pacientes, cuya labor es esencial como agentes del cambio, tienen que avanzar en la profesionalización y clarificar sus focos prioritarios de actuación”.

La enfermería y la farmacia, que están muy cerca del paciente, tienen un rol muy importante, añade esta responsable de AbbVie, quien asegura: “Los pacientes no tienen que aspirar a tener los conocimientos de los médicos, pero sí a formular a los profesionales sanitarios las preguntas adecuadas”.

Belén López reconoce que el cambio de modelo genera “vértigo”, pero tiene claras dos cosas, más después de lo escuchado a los expertos, que la tecnología “es un aliado”, pero debe ser un recurso “a disposición de la humanización”; y que habrá que asentar en el funcionamiento de la sanidad “un compromiso médico-paciente” desde la consecución de “confianza, conversación sincera, colaboración, responsabilidad y empatía” por ambas partes.

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Belén López. muy cerca de los pacientes/Foto facilitada por AbbVie

El cambio es permanente e imparable

En los documentos que han dado base a este proyecto se exponen puntos de partida como éstos:

“El cambio es uno de los signos de nuestro tiempo. Vivimos en un mundo en constante evolución, en el que los cambios sociales, económicos, políticos y tecnológicos se suceden cada vez más rápido, generando impactos profundos y globales. La salud, uno de los principales motores de la sociedad, se ve profundamente afectada por estos cambios, que suponen retos constantes para el sistema sanitario sobre los que hay que reflexionar y lo someten a dificultades que es necesario anticipar. A su vez, la salud, como aspiración individual y pilar del estado del bienestar, es una fuente inagotable de desafíos científicos, empresariales y políticos”.

Tras explicitar las tres grandes revoluciones de estos tiempos: geopolítica y económica; social y demográfica; y tecnológica, el documento plantea tendencias de impacto en la sanidad como el riesgo de que la super-especialización lleve a la deshumanización; la idea de tratar personas más que patologías; la demanda de la sociedad de prevención, predicción y anticipación; la medicina personalizada o individualizada; las nuevas herramientas tecnológicas y lograr que no asusten; la influencia del Big Data en los roles médicos; la sostenibilidad del sistema sanitario; su solidaridad; y la corresponsabilidad de todos los agentes afectados, es decir, de toda la sociedad.

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