
Este nuevo fármaco que tiene como principio activo omalizumab, ha sido presentado hoy en rueda de prensa por el director médico de Novartis Farmacéutica en España, Jorge Cuneo; la dermátologa Ana María Giménez-Arnau, del Hospital del Mar de Barcelona; y la directora del departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra, Marta Ferrer.
Según Ana María Giménez-Arnau, este nuevo medicamento es la mejor terapia conocida para un control eficaz y seguro de los síntomas de la urticaria.
Jorge Cuneo ha estimado que con este medicamento podrán verse beneficiadas alrededor de 400.000 personas en España que padecen esta enfermedad y “mejorarán drásticamente su calidad de vida”.
Este nuevo fármaco no acaba con la enfermedad, pero sí se ha demostrado que es la mejor opción para aquellos pacientes a los que no les resultan eficaces los tratamientos con antihistamínicos y corticoides, los métodos empleados hasta hoy, han señalado los especialistas.
Según Marta Ferrer este principio activo se ha venido aplicando desde hace ya más de 10 años en pacientes con asma y se pensó que podría llegar a ser útil también en el caso de la urticaria crónica.
A pesar de denominarse como una enfermedad huérfana, la urticaria crónica es una patología “bastante frecuente, pero desasistida”, ha señalado Giménez-Arnau.
Esta patología afecta, aproximadamente, al 1% de la población mundial.
Se trata de una afección cutánea grave y preocupante caracterizada por la aparición de ronchas o habones enrojecidos, hinchazón, prurito, y a veces dolor en la piel.
Un estudio de la Sociedad Española de Alergología sitúa, además, a la urticaria como la enfermedad que conlleva más visitas a urgencias y, normalmente, el paciente atribuye esta enfermedad a alergias.
Marta Ferrer ha opinado que estos pacientes son grandes olvidados e incomprendidos porque la urticaria crónica espontánea “es la cenicienta de las enfermedades cutáneas”.
Además, en el 40% de los casos de urticaria crónica espontánea suelen manifestar angioedemas, hinchazón y deformación de algunas partes del cuerpo como, por ejemplo, los labios, los párpados o las plantas de los pies, matiza Ferrer.
Según Giménez-Arnau, la urticaria crónica espontánea no se produce por factores externos, “es una enfermedad endógena” y por ello hay que realizar estudios para determinar fenotipos de pacientes y administrar este medicamento “cuando sea necesario”.
“Que esta enfermedad se califique como crónica no significa que vaya a durar toda la vida”, se estima que es una afección cutánea que afecta en torno a seis semanas aunque en algunos pacientes este tiempo se alarga, ha explicado Giménez-Arnau.
El representante de Novartis ha resaltado que esta innovación terapéutica “cambiará el paradigma de tratamiento de las personas con urticaria espontánia refractaria a antihistamínicos H1”.
