Una serie de investigaciones recientes revelan que la salud de la población hispanoamericana presenta sorprendentes rasgos positivos y un marcado acento propio. Estudios en dos Universidades de California o Boston (Harvard), en Estados Unidos, así lo atestiguan

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Salud con sabor latino
Una pareja baila salsa durante un festejo en una calle de Asunción (Paraguay). Practicar los bailes latinos es, según los científicos, muy saludable. EFE/Andrés
  • 24 de noviembre, 2016
  • Madrid/EFE-Reportajes/Ricardo Segura

Muchas novedades relacionadas con la salud de la población hispana en América podrían presentarse bajo la fórmula del
¿Sabía que….?, utilizada como recurso para desvelar aspectos curiosos o poco conocidos de un determinado tema o situación.

Y las respuestas a esta pregunta, a menudo, suelen ser sorprendentes y positivas, como muestran una serie de iniciativas en curso e investigaciones recientes sobre los hispanohablantes.

Audionovelas para controlar la diabetes

El Centro Joslin (www.joslin.org) en Boston (EE.UU.), afiliado a la Universidad de Harvard, utiliza audionovelas en español dirigidas a la comunidad hispana para que conozcan y prevengan mejor la diabetes tipo II, ya que este grupo es propenso a desarrollar dicha enfermedad, según informa el gabinete de prensa I&D.

Muestra de sangre para conocer los niveles de azúcar tomada en la V Feria Colombiana de Diabetes en el Día Mundial de la Diabetes, en Colombiana. Efesalud.com
EFE/Miguel Menéndez

El programa 'Iniciativa en Diabetes para los Latinos' es impulsado por el endocrinólogo mexicano Enrique Caballero y busca educar al paciente y a la familia para que mantengan una mejor alimentación, hagan ejercicio, controlen su presión arterial y nivel colesterol, y prevengan complicaciones.

Según el doctor Caballero, han desarrollado diversos materiales educativos para la comunidad hispana, por ejemplo, dos audionovelas que han sido exitosas al ayudar a educar a los pacientes mediante historias reales y personajes ficticios.

“Una de las piezas cuenta la historia de una mujer con reciente diagnóstico de diabetes y aporta información sobre nutrición, ejercicio, medicamentos, monitoreo de la glucosa en la casa y prevención de los efectos emocionales de la dolencia”, explica el médico.

“La otra audionovela habla de un hombre que tiene la enfermedad durante más de 10 años y que, por no haberse controlado bien, tiene problemas de visión, riñón, corazón, circulación en las piernas y disfunción sexual”, según Caballero.

Más protección contra el cáncer de mama

Una investigación internacional liderada por expertos de la Universidad de California San Francisco, UCSF (www.ucsf.edu) ha identificado una variante genética común en las mujeres latinas que las protege contra el cáncer de mama.

STR126 ESTRASBURGO (FRANCIA), 20/10/2010.- Un globo rosa con el dibujo de un bebé flota sobre los miembros del Parlamento Europeo (PE) mientras votan la propuesta para ampliar la baja de maternidad mínima en la toda la UE hasta las 20 semanas y con el cien por cien del sueldo en una sesión plenaria celebrada en Estrasburgo (Francia) hoy, miércoles 20 de octubre de 2010. La Eurocámara se ha pronunciado a favor de prolongar el permiso de maternidad mínimo, actualmente fijado en 14 semanas en la UE, hasta el nivel que reclamaba el informe aprobado por la comisión parlamentaria de Derechos de la Mujer. EFE/Christophe Karaba
EFE/Christophe Karaba

Esta variante, una diferencia en uno de los tres mil millones de "letras" del genoma humano, es originaria de los indígenas americanos y confiere una protección significativa contra el cáncer de mama, especialmente contra uno de sus tipos más agresivos y con peor pronóstico, según la UCSF.

“Si la mujer tiene una copia de esta variante, como alrededor del 20 por ciento de las latinas de los EEUU, tiene un 40 por ciento menos de probabilidades de tener cáncer de mama. Si tiene dos copias, como alrededor del 1 por ciento de la población latina estadounidense, la reducción en el riesgo es de un 80 por ciento”, según el profesor de Medicina Elad Ziv, autor principal.

“La biología básica aún no puede resolver la asociación entre esta variante genética encontrada en el cromosoma 6q25 y la reducción del cáncer de mama”, según ha revelado a I&D, el doctor Jean René Clemenceau Valdivia, oncólogo del Hospital Ángeles Pedregal de la Ciudad de México y miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).

Fármacos antiobesidad para mexicanos

Investigadores mexicanos y españoles desarrollan medicamentos para la obesidad basados en la información genómica de los mexicanos y aplicables a esa población. Foto: I&D
Investigadores mexicanos y españoles desarrollan medicamentos para la obesidad basados en la información genómica de los mexicanos y aplicables a esa población. Foto: I&D

Investigadores mexicanos y españoles desarrollan medicamentos para la obesidad basados en la información genómica (conocimiento del genoma humano) de los mexicanos y aplicables a esa población, según el laboratorio Landsteiner Scientific (LS) (www.landsteiner.com), que encabeza el proyecto.

Este trabajo conjunto con las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN) y Neopharm Obesity, filial española de LS, ha identificado una proteína que podría contribuir al progreso de la obesidad, según informa el laboratorio LS.

El equipo binacional trabaja ahora en el desarrollo de moléculas dirigidas contra dicha proteína, que según informa la misma fuente, “potencialmente se convertirían en medicamentos para prevenir este padecimiento que afecta a 22 millones de adultos mexicanos”.

“Los individuos de poblaciones de México y otros países de Latinoamérica tienden a ser portadores de variantes genómicas que hacen que algunos medicamentos no funcionen de manera óptima, ya que fueron diseñados para europeos y norteamericanos”, según el doctor Kuri Breña, director de Nuevos Desarrollos de LS.

“Por esta razón, es importante considerar esta información genómica y usarla para desarrollar medicamentos o combinaciones diferentes", añade Breña.

Los latinos envejecen más lentamente

Otro estudio de la Universidad de California (UCLA) muestra que los latinos envejecen a un ritmo más lento que otros grupos étnicos.

Jóvenes descansan en un embarcadero puente al lado del mar. Efesalud.com
EFE/Jorge Zapata

En Estados Unidos los latinos viven más tiempo que los caucásicos, a pesar de experimentar mayores tasas de diabetes y otras enfermedades, y los científicos se refieren a esto como la "paradoja hispana", según el autor principal del estudio, el profesor de Genética Humana, Steve Horvath.

"Nuestro estudio demuestra que los latinos envejecen más lentamente a nivel molecular", señala.

Horvath y su equipo analizaron muestras del ADN sanguíneo de cerca de 6.000 personas de siete etnias diferentes, hallando que la sangre de los latinos y un pueblo indígena de Bolivia llamado tsimane´ y relacionado con los latinos, envejece más lentamente que la de otros grupos, según la UCLA (www.ucla.edu) .

Los tsimane´ envejecen aún más lentamente que los latinos. A la misma edad, su sangre es dos años más joven a nivel molecular que la de los latinos y cuatro años más joven que la de los caucásicos. Lo cual se refleja en que este grupo étnico tenga un mínimo de enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión, obesidad o arterias obstruidas, según los investigadores.

Bailar ritmos latinos es cardiosaludable

 Parejas atienden a clases de salsa. EFE/Chico Sánchez
Parejas atienden a clases de salsa. EFE/Chico Sánchez

Un programa de baile de cuatro meses ayudó a un grupo de adultos latinos mayores a caminar más rápido y mejoró su estado físico, lo que podría reducir su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, según una investigación presentada ante la Asociación Americana del Corazón (AHA) de EEUU.

Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (www.uic.edu) quisieron comprobar si el baile latino podría beneficiar a un grupo de 54 adultos de habla hispana que no eran muy activos físicamente y tenían alrededor de 65 años de edad, siendo un 80 por ciento de ellos mujeres mexicanas.

Una parte de los participantes bailó algunos de los ritmos latinos como merengue, bachata, cha cha chá y salsa, dos veces por semana, dirigidos por el instructor de baile y con coreografías más complejas a medida que avanzaba el programa, mientras que otra parte de los voluntarios solo asistieron a un programa de educación para la salud.

Tras cuatro meses de practicar estos bailes, las personas que lo practicaron caminaban más rápido y eran más activos físicamente durante su tiempo libre que antes de comenzar a bailar, según la AHA.

“Quienes asistieron a las clases de baile veían reducido su estrés, interactuaban entre si y formaban una comunidad, por lo que este programa de la UIC llamado ‘Bailamos’, impactó también en su salud emocional y bienestar”, según la máster en Salud Pública Priscilla Vásquez, que lideró el estudio.

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