Cientos de profesionales de la sanidad, auxiliares, enfermeras y médicos, y personal de mantenimiento que estaban de vacaciones o fuera de su horario laboral acudieron de forma espontánea a los hospitales para atender a los heridos por el atentado yihadista de La Rambla de Barcelona, antes incluso de que los centros activaran sus "planes de catástrofes".

La respuesta espontánea de los sanitarios en el atentado de Barcelona
Los Reyes, acompañados por la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat (d), y por el conseller de Sanidad de la Generalitat, Toni Comín (3d), saludan a los profesionales sanitarios del Hospital de la Sant Creu y Sant Pau de Barcelona, donde visitaron a los heridos del atentado de Barcelona. EFE/Quique García
  • 23 de agosto, 2017
  • BARCELONA/EFE/PACO NIEBLA

El gerente del Hospital Vall d'Hebron, el médico Vicenç Martínez Ibáñez, ha explicado a Efe que el jueves era su primer día de vacaciones y cuando se perpetró el atentado se encontraba a 20 minutos del hospital, adonde llegó una hora después de que el asesino de la furgoneta atropellara a más de un centenar de personas en La Rambla.

"Aunque al principio no sabíamos la magnitud de la tragedia y las noticias que nos llegaban eran de pocos heridos, activamos el plan de catástrofes del hospital", ha recordado Martínez.

Apenas hacía dos meses que habían hecho el último simulacro de catástrofe y habían actualizado el plan, que consiste básicamente en habilitar espacios y liberar el máximo número de quirófanos y camas para atender a los heridos que lleguen de la tragedia.

"Más de 60 profesionales de mantenimiento, auxiliares, traumatólogos, anestesistas y personal de enfermería que no estaban trabajando se presentaron en el hospital antes de conocer incluso la magnitud de la tragedia", ha recordado Martínez, que cuando llegó al hospital ordenó abrir el plan de catástrofes.

El plan afectó al hospital de Traumatología, al Infantil y al Hospital General "por si teníamos que acoger enfermos derivados del Hospital del Mar, que es el centro más cercano y el que recibía más heridos, por si necesitaba drenar sus pacientes".

Al Vall d'Hebron llegaron pocos heridos, nueve, pero de máxima gravedad. De hecho aún dos de ellos permanecen intubados en estado muy grave y a otro se le ha practicado hoy una segunda operación.

"Ya por la tarde pudimos intervenir quirúrgicamente a tres de los heridos más graves, dos adultos y un niño, porque teníamos traumatólogos, anestesistas y enfermeras que se habían incorporado espontáneamente. El personal que trabajaba de guardia y que acababa su turno a las ocho de la tarde lo prolongó hasta que se acabó el trabajo", ha explicado Martínez, que ha recordado que tenían que dejar también personal para atender la guardia ordinaria.

Martínez ha explicado con felicidad que dos de los niños franceses ingresados en Vall d'Hebron han podido regresar ya a París con sus abuelos, aunque sus padres aún se recuperan en el hospital barcelonés de los politraumatismos que padecen.

El Hospital Vall d'Hebron no desactivó su plan de catástrofes hasta que los Mossos d'Esquadra no les comunicaron que se acababa la sospecha de un posible segundo atentado en la ciudad, cosa que ocurrió, según Martínez, sobre las 23 horas del jueves.

"La respuesta del personal ha sido espectacular y también la de los ciudadanos. ¡A los pocos minutos, unas 50 personas que estaban por el hospital ya hacían cola para donar sangre sin haberlo pedido!", ha remarcado el doctor responsable del hospital.

El Hospital del Mar, el que más heridos recibió tras el atentado

El Hospital del Mar, el de referencia en la zona donde se perpetró el atentado de La Rambla y el que más heridos recibió, una veintena -dos en estado crítico-, activó el jueves por primera vez el protocolo de incidentes con múltiples víctimas para dejar disponibles quirófanos y equipos para atender a las víctimas.

El director médico y asistencial del Hospital del Mar, Julio Pascual, que fue el responsable del operativo, ha explicado a Efe que se enteró del atentado cuando acabada de salir del hospital y se encontró con su coche en un atasco en la Vía Laietana.

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Los Reyes en el Hospital del Mar donde visitaron a algunos de los heridos el atentado terrorista de la Rambla de Barcelona. EFE/Casa de Su Majestad el Rey

Al escuchar por la radio el atentado regresó al hospital cuando ya llegaba el primer paciente, apenas media hora tras el atropello.

"Lo primero que hicimos fue alertar a todos los médicos y enfermeras del hospital para que dejaran todo lo programado y se concentrasen en urgencias", ha recordado Pascual, que empezó a recibir llamadas de numerosos compañeros para venir al hospital.

"Lo más difícil fue gestionar la solidaridad. Todo el mundo se ofrecía. Más de una veintena de personas dejaron sus vacaciones y vinieron espontáneamente, 6 u 8 desde lejos", ha relatado el médico.

"Al principio no sabíamos el número de heridos que irían llegando, era impredecible, así que concentramos toda nuestra energía en urgencia y en quirófanos, mientras llamamos a la lista de guardia de personal localizable que siempre tenemos, por si acaso".

Según Pascual, "pronto vimos que no era necesario llamar a todo el personal, porque los heridos se iban repartiendo por los diferentes hospitales, y la solidaridad hacía que sobrara personal que quería ayudar".

"El hecho de que hace poco estrenásemos las nuevas urgencias nos ayudó mucho, si hubiésemos estado en las antiguas urgencias el episodio en vez de intenso hubiese sido heroico", ha afirmado a Efe el director médico del Hospital del Mar.

"La verdad es que siendo la semana del año en que más personas estaban de vacaciones, no se notó nada. Varios responsables que estaban de vacaciones acabando liderando las coordinación y las cirugías. La mayoría eran politraumatizados y conseguimos montar cuatro equipos de cirujanos y anestesistas funcionando simultáneamente y otros cinco adicionales disponibles por si hacían falta", ha relatado Pascual.

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