¿Es la paz interior o el sosiego emocional difícil de alcanzar? Puede que no. Se trata de una aspiración universal, que se nos escapa de las manos por pensamientos o actitudes, fácilmente detectables, que nos resistimos a abandonar

Paz interior ¿Difícil de alcanzar? Puede que no
FOTO EFE/Sigi Tischler
  • 31 de octubre, 2018
  • MADRID/EFE/PILAR GONZÁLEZ MORENO

Tener la razón y aferrarnos a ella como nuestra gran verdad, en vez de salir fuera de lo que creemos ser y pensamos que tenemos que defender, puede resultar uno de los principales obstáculos.

También el ego, la vergüenza o la culpa.

De como librarnos de todos ellos hemos hablado con la escritora y coach mexicana, afincada en EEUU, Alejandra Llamas, con ocasión de su visita a Madrid para presentar su nuevo libro: “Libérate” (Grijabo).

Según la autora, la mente es como una grabadora que repite pensamientos sin parar y “el 80% de estos pensamientos son negativos” y “corroboran nuestros profundos miedos”.

Por eso defiende que la liberación aparece cuando reconocemos que no somos la voz de la mente.

También afirma que, aunque tengamos la razón, no podemos aferrarnos a ella como la única verdad.

“A nivel muy profundo defendemos nuestras ideas por muchas razones, porque sentimos que nos dan identidad, sentimos que es nuestra historia. Sentimos que desde una posición social y moral tenemos la razón”.

“Nuestra personalidad está asentada en nuestras ideas, en nuestros prejuicios, y no nos reconocemos a nosotros fuera de esa identidad” .

En su opinión, el hecho de que alguien venga de fuera y cuestione “nuestra razón” lo vivimos “como una amenaza a nuestra propia existencia, y entonces la defendemos de manera celosa y nos cerramos a nuevas propuestas”.

Vídeo Efe/Pilar González Moreno

Paz interior: la realidad es dura

“Pensamos: sí, suenan bien, pero no se ajustan a la realidad. La realidad es dura. Hay que salir, hay que luchar con la vida y eso otro está bien pero racionalmente no funciona, esto no me sirve”.

"Estamos obsesionados por defender nuestra postura pero no somos capaces de ver que protegerlas nos causa dolor y nos aleja de la posibilidad de permitir el amor".

“Piensa en alguna situación de conflicto y reconoce como lo que fuerza su sufrimiento es la necesidad de querer tener la razón como tu gran verdad”, sentencia Alejandra Llamas.

Esta falta de flexibilidad se convierte, a su juicio, en un obstáculo en el camino hacia la calma interior, como también lo son la culpa y la vergüenza.

“Cuando vivimos con vergüenza, encontramos que tenemos pocas posibilidades".

Porque la vergüenza según Llamas, es una corriente constante en nuestras vidas "que delinea nuestra manera de entenderla, que nos lleva a pensar siempre que no importamos. Que no somos merecedores”.

La vergüenza. en su opinión, nos hace sentir que hay una falla en nosotros, en como somos, y que es irremediable y mina la autoestima, y "muchos vivimos condenándonos a nosotros mismos por nuestros errores” .

paz interior
FOTO EFE/Maxim Shipenkov

Y  la culpa, añade, es prima hermana de la vergüenza.

Tiene que ver con el comportamiento:” hice hago malo, me tengo que regañar y tengo que...”

“La culpa y la vergüenza existen en nuestro lenguaje, creencias, pensamientos, juicios…"

"Y para liberarnos de ambos hay que mirar dentro de nosotros, buscar qué fue lo que impregnó ese diálogo interno...”.

Hay que explorar que “nos invita a sentir culpa y vergüenza, cuestionarlo, ver que no es verdad , pero cuando lo creo como verdad absoluta se me construye una identidad, un sentimiento y cuando lo deshago me puedo liberar”.

Alejandra Llamas sabe bien de lo que habla. Explica que desde muy pequeña empezó ya a cuestionarse muchas normas…

“La sociedad te empuja a tener unos resultados,  a vivir unas apariencias, aunque pierdas tu plenitud y tu felicidad y tu paz en el camino”.

Cuenta que ella se liberó por completo cuando a los 28 años se fue a vivir a EEUU :

“Ahí me salí de la conversación social de México, pude ver mi vida como una mujer libre, me pude reinventar, podía salir de las normas, no tenía que cumplir con una sociedad, unas expectativas...”

“Ese año se murió mi padre, me divorcié de un primer matrimonio, vivía en un apartamento con un colchón inflable... .y en ese momento me declaro en libertad total, resuelvo que puedo ser el ser humano que yo decida ser”.

“Y comienzo a hacer yoga, a meditar, abro un centro de coaching, comienzo a escribir por las noches como algo muy personal, como un encuentro conmigo misma, y luego termino publicando mi primer libro (Una vida sin límites)".

Fuera de lo que creemos ser

Explica en su libro que en muchas culturas vivimos acostumbrados a identificarnos con nuestras etiquetas (madre, hermanos, nacionalidad, edad, mujer, divorciado, jefe, empleado…)

Y cuando dejamos ir a estas  identificaciones del mundo, la conciencia, "lo que somos, nos libera, para vernos desde una perspectiva mayor y así relacionarlos con otros, fuera de los roles y los condicionamientos”.

“Al crear el espacio interior necesario fuera de lo que creemos ser, fuera de cualquier juicio, se presenta la posibilidad de la paz interior".

“Alguien me sigue y me persigue, escucha lo que digo y vigila lo que hago, imita mis movimientos y conoce mis defectos, se burla de mis sentimientos y hasta creo que lee mis pensamientos, ¡Estoy desesperada! No sé cómo deshacerme de este espía que me atormenta y me sumerge en sofocante agonía".

“Hoy he desenmascarado a este acosador y con pesar he descubierto que se trata de la oscura sombra de mi preocupación”.

Así comienza el prólogo del último libro de Alejandra Llamas. Un prólogo escrito por su amiga y también coaching Marisa Gallardo, que aporta además a esta obra ejercicios prácticos para deshacerse de los obstáculos .

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