Con la emoción de estar de vacaciones y relajarnos con un buen chapuzón, muchas veces no nos damos cuenta del peligro al que estamos expuestos en playas y piscinas. Con unas mínimas pautas de actuación, sabremos qué hacer en caso de accidente

Pautas para evitar accidentes en playas y piscinas
Un socorrista controla a los bañistas en las playas de Málaga. EFE/Daniel Pérez
  • 12 de agosto, 2016
  • MADRID/EFE/ROSA GALLARDO

Los accidentes en el agua pueden tener repercusiones muy graves, incluso con riesgo para la propia vida. Según Cruz Roja 9 de cada 10 accidentes pueden evitarse evitarse siguiendo unas normas de seguridad mínimas:

Bañistas en la cala "El Embarcadero" de Cabo de Gata (Almería). EFE/Carlos Barba
Bañistas en la cala "El Embarcadero" de Cabo de Gata (Almería). EFE/Carlos Barba
  • Bañarse en zonas habilitadas
  • Evita entrar bruscamente en el agua, sobre todo tras comer o tomar el sol
  • Evitar el agua dos horas después de comer
  • Salir de inmediato del agua si encuentras algún síntoma extraño (escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, picores, mareos, etc…)
  • No tirarse de cabeza en lugares de fondo desconocido
  • Vigilar en todo momento a los niños
  • Respetar las banderas de señalización en las playas
  • No intentar nadar en contra de la corriente. En caso de ser arrastrado, nada paralelamente a la playa y, una vez que salgas de la corriente, nadar hacia la orilla
  • Evita bañarse en zonas de riesgo como en ríos de gran caudal, en pozas naturales o bajo cascadas de agua

¿Qué hacer en caso de accidente en piscinas y playas?

Tras un accidente, los minutos posteriores son vitales para la víctima. Lo primero de todo es actuar con serenidad y seguir un esquema de actuación:

 Unos niños juegan con medusas. EFE/Carlos Barba
Unos niños juegan con medusas. EFE/Carlos Barba
  1. Proteger el lugar del accidente: Hacer más seguro el lugar para evitar nuevos accidentes. Avisar a los bañistas del peligro, señalar la zona afectada, etc.
  2. Avisar a los servicios de emergencia: Pedir ayuda al puesto de socorro más próximo. Si no existe servicio de salvamento, llamar al teléfono de emergencias 112. Si no es tan grave, acudir al centro de salud más próximo.
  3. Socorrer a los heridos: Controlar las funciones vitales de la víctima. Lo primero es valorar los ‘signos vitales’ para saber cómo están funcionando el cerebro (ver si está consciente o no), los pulmones (su respiración) y el corazón (tomar el pulso). Evitar movimientos bruscos al accidentado por si se ha producido una lesión en la columna vertebral.

Estos consejos te ayudarán a disfrutar de tu verano con más seguridad, porque...¡Prevenir es vivir!

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