La pediatra María Salmerón Ruiz, del Hospital Universitario La Paz, nos habla, mientras amamanta a su hija Julia, acerca de una de las inquietudes más recurrentes de los padres durante el segundo mes de vida de un bebé: la lactancia; ya sea materna, maternizada o mixta, toma de leche maternal y leche artificial

Julia, lactancia y dulces sueños con mamá

Julia, lactancia y dulces sueños con mamá

  • 13 de junio, 2014
  • Javier Tovar

A los dos meses, el llanto del bebé es una forma de comunicarse.  Anuncia la rutina del sueño, del pañal, del tapón nasal, de las legañas o molestias en el ojo, de la irritación de su piel o de lo que segundos después se convertirá en  una sonrisa. Julia pesaba entonces cuatro kilos y 900 gramos; medía 55 centímetros. Crecía y crecía, pero...

"Lo que más preocupa a los papás durante el segundo mes, aunque también desde el nacimiento de su hijo o hija, se centra en el consuelo del bebé cuando llora, la hora de la comida y el delicado momento del sueño. Estas rutinas, a priori muy fáciles, son muy complicadas, al menos para mí", opina la doctora.

Pecho o biberón

Existen tres tipos básicos de alimentación en esta etapa: la lactancia materna exclusiva, la lactancia mixta y la lactancia artificial. Elegir un tipo u otro de leche marcará el modelo de crianza.

Para la pediatra, cualquier opción es válida, aunque se deba fomentar la lactancia materna. Si la elección es el biberón o una parte de la alimentación con cada tipo de leche, "la decisión también es buena y se tiene que respetar como si fuera la mejor del mundo", asevera.

"La lactancia materna exclusiva debe ser a demanda, puesto que el pecho no solo es una manera de dar el alimento, sino que es una manera de consolar o de dormir al bebé", determina María Salmerón.

Y como en todo lo que concierne al desarrollo de un bebé, los mitos y opiniones de familiares y amigos se mezclan con la experiencia diaria de los padres.

"No cojas al bebé en brazos, que se acostumbrará... ¡pero qué barbaridad!, lo estás durmiendo en el pecho. Se va a acostumbrar y no querrá dormir de otra manera... o ¿solo le das pecho?, pues si llora es que se está quedando con hambre", son algunas frases que solemos escuchar.

La pediatra garantiza que "estos comentarios no están basados en la realidad, ya que el pecho se va regulando en función de la succión y la cantidad de leche que mama el bebé".

Bebé al pecho, leche y algo más

Para María Salmerón esta técnica es cómoda "porque el bebé llora y no es necesario saber por qué está llorando. Te lo pones al pecho y, si es porque necesitaba calmarse, se calma; si es porque necesitaba comer, come; y si es porque necesitaba dormir, duerme".

Cuando un cuidador se hace cargo del bebé por motivos laborales o sociales, momentos de ocio y diversión necesarios en toda relación de pareja, lo mejor es dejar que el bebé se adapte a las nuevas circunstancias.

"En mi caso, dice Salmerón, la he dejado al cuidado de las abuelas. Al principio, costaba dormirla. Cada persona que duerme a un bebé experimenta su método, normalmente en base a su propia experiencia personal. Es una fórmula igualmente válida. No hay que obsesionarse porque el niño se haya acostumbrado a al pecho. No hace falta que esté tu pecho para dormir al bebé".

La pediatra María Angustias Salmerón Ruiz da el pecho a su hija, un bebé de seis meses de edad. Efesalud.com
Julia toma leche maternal. EFE / GRB

En este sentido, asociaciones como "la liga de la leche" o las matronas que se dedican al asesoramiento en lactancia materna, son dos ejemplos muy recomendables para resolver cualquier duda sobre la lactancia materna, normalmente focalizadas en la técnica que se debe emplear o la postura que se adopta para amamantar al bebé.

Leche maternizada

Si la elección de la pareja es alimentar al bebé con preparados lácteos usando el biberón, "tenemos que tener claro que cualquier producto aprobado y homologado por las autoridades sanitarias en España, que se venda en farmacias o supermercados, es bueno, aunque yo no recomiendo marca alguna", dice.

Para la mamá de Julia, "lo importante es saber que por cada 30 mililitros de agua adquirida en botella, de baja mineralización, se debe añadir una medida rasa de la leche en polvo".

La doctora remarca esta cuestión. Es uno de los asuntos que más dudas genera en los padres... ¿Qué cantidad de leche debe tomar el bebé?

"Cada vez que sea necesario un cambio de dosis en la toma, se hará de 30 en 30 mililitros. No hay otra manera de conjuntar agua y leche en polvo. Si nos sobra biberón lo que procede es desecharlo", asesora.

¿Y cuándo debemos sospechar que nuestro bebé necesita más cantidad de leche?... "aunque se afirme que la lactancia artificial se debe llevar a cabo con un horario rutinario de tres o cuatro horas, no se puede convertir en un axioma. Los bebés no son máquinas y habrá momentos en los que tendrán hambre antes de la hora prevista; por lo que no debemos preocuparnos si demanda alguna toma antes de tiempo", despeja dudas la pediatra.

La inquietud del bebé en esos momentos no solo obedece a la lactancia. En ocasiones solo necesita calmarse. "Pero si vemos que se adelanta a las tomas de forma continua y se acaba siempre el contenido del biberón, quizá sea el momento de probar a aumentar la cantidad de leche para ver qué sucede", valora.

Dado que cada bebé es un mundo, "y lo que funciona en uno no tiene por qué funcionar en otro", se debe probar el truco del chupete: "lo chupa mientras no succiona leche".

Cabe recordar en este punto que los niños que toman leche maternal no suelen disfrutar del chupete o de las tetinas de los biberones.

Bebé, a la cuna

Otro asunto que ocupa la mente de los papás, de día y de noche, de noche y de día; es el sueño del bebé.

Hay estudios que demostrarían que la mejor horquilla horaria para dormir a un bebé sería desde las 19.30 a 21.00 horas. "Nosotros seguimos este consejo: baño, masaje, lactancia y a dormir. Funciona".

También es importante observar a qué horas suele tener sueño. Las siestas breves durante el día son necesarias para que descanse, no esté irritable y se acomode para el sueño nocturno.

"En el caso de la lactancia materna, no pasa nada por dormir al bebé en el pecho; no se va a acostumbrar. Entra en contacto íntimo contacto con la madre. Puede olerla, verla y tocarla. A mí me ha ido muy bien, afirma, aunque haya tenido periodos en los que ha sido necesario acunar o pasear a Julia; incluso he usado el portabebé para dormirla".

Si no se duerme al pecho, existen diferentes técnicas pediátricas. Se pueden consultar en un gran número de libros, especializados en el tema, pero solo son teorías. "Hay que hacer caso al instinto", recalca.

"A mí no me gusta el método de dejar llorar al bebé, sobre todo cuando son tan pequeños, porque necesitan atención. Si los dejamos llorar no podremos cubrir sus necesidades. Los bebés no pueden saber qué queremos demostrar con nuestra actitud o con nuestras palabras", expone.

Sin embargo, la doctora Salmerón reconoce que la crianza no es nada fácil: "Se está convirtiendo en un gran tabú... a todos nos cuesta muchísimo. Hay que armarse de paciencia y encontrar el método más adecuado a nuestro alcance. Todos los bebés duermen".

La pediatra y madre María Salmerón, sentada en la butaca de la habitación de su bebé, da de mamar a su hija Julia, que está muy tranquila tomando la leche materna. efesalud.com
María Salmerón da el pecho a su hija Julia. EFE / GRB

Al nacer, los bebés se tienen que adaptar a circunstancias diferentes a las que tuvo en el útero de su madre.

"En el útero, lloran, pero nosotros no los escuchamos. Están continuamente alimentándose sin que nadie los alimente. Y en cuanto les entra el sueño, se duermen. En el exterior, la adaptación no es fácil", considera la especialista de la Paz.

María Salmerón sonríe: "Cuando un bebé llora es muy práctico usar la lactancia materna, el portabebé y a papá; que papá también ayuda mucho".

También durante este segundo mes de vida debemos prestar más atención al cuidado del área del pañal, limpiando con delicadeza después de cada cambio. La piel del bebé necesitará baño e hidratación, como mínimo aseo diario.

En este periodo, "las primeras sonrisas de Julia han llenado nuestra casa de carcajadas. Al pasar más tiempo despierta, interacciona con nosotros y explora el mundo que le rodea", concluye María Salmerón, madre y pediatra del Hospital La Paz.

María Salmerón publica un blog:  http://mimamayanoespediatra.blogspot.com.es/

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