El acuerdo, uno de los más onerosos de la historia de Estados Unidos contra una empresa del sector sanitario por fraude, implica el pago de multas por conducta criminal y violación del Código Civil.
“La conducta (de J&J) pone en peligro la salud y seguridad de los pacientes y daña la confianza pública”, indicó en rueda de prensa el fiscal general de EEUU, Eric Holder.
El comportamiento denunciado por el Departamento de Justicia afecta a dos medicamentos utilizados para el tratamiento de esquizofrenia (Risperdal e Invega) y otro para problemas cardiacos (Natrecor), que en algunos casos fueron promocionados para otros usos no aprobados por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA).
Por ejemplo, Risperdal se recetó entre 2002 y 2003 para casos de ansiedad, depresión y hostilidad, cuando la FDA no había acreditado la validez en esos casos, algo que la filial de J&J Janssen omitía o escondía entre sus recomendaciones.
Además J&J pagó entre 1990 y 2009 sobornos a médicos para que recetaran y recomendaran sus medicamentos.
No obstante, el Departamento de Justicia indicó que no tienen información de que se haya producido un daño irreversible a los pacientes por el comportamiento ilegal de J&J, aunque el uso indebido de Risperdal puede provocar diabetes y sobrepeso.
“Esta resolución multimillonaria demuestra el compromiso del Departamento de Justicia con la prevención y la lucha contra todo tipo de fraude sanitario”, indicó Holder, quien acusó a J&J de enriquecerse a expensas del pueblo estadounidense.
Además, la empresa se compromete a participar en un programa de control y auditoría para evitar nuevos comportamientos ilegales con la intención de aumentar la venta de medicamentos, algo que para Holder aumenta el coste de programas sanitarios públicos como el Medicare o el Medicaid.
Este acuerdo no supone el fin de otras demandas contra el uso de Risperdal en los estados de Luisiana y Carolina del Sur.