
Discurso de Nochebuena desde el Palacio de la Zarzuela centrado en la pandemia.
El rey ha admitido que la situación que vive España es “grave” ante el daño económico y social causados por la crisis del coronavirus, pero ha lanzado un mensaje de optimismo al considerar que hay motivos para la esperanza.
“No somos un pueblo que se rinda o que se resigne en los malos tiempos. No va a ser nada fácil superar esta situación, y en cada casa lo sabéis bien. Pero yo estoy convencido de que vamos a salir adelante. Con esfuerzo, unión y solidaridad, España saldrá adelante”, ha alentado.
Ante las circunstancias “verdaderamente excepcionales” que atraviesa España, el monarca ha centrado el grueso de su mensaje navideño en las consecuencias de la emergencia sanitaria y en su llamamiento a la unidad para afrontar la recuperación social y económica.
El año que ahora acaba ha sido “muy duro y difícil”, por lo que el rey ha estimado comprensible que “el desánimo o la desconfianza” estén muy presentes en muchos hogares, en especial, donde hay “un vacío imposible” por los fallecidos por el covid-19, casi 50.000, según el Ministerio de Sanidad.
Sin embargo, y tras reconocer que el panorama es “grave”, ha subrayado que la respuesta a la crisis “no puede venir de la mano de más desánimo o de más desconfianza”.
Afrontar el futuro con determinación y seguridad
“Tenemos que afrontar el futuro con determinación y seguridad en nosotros mismos, en lo que somos capaces de hacer unidos, con ánimo y esperanza, con confianza en nuestro país y en nuestro modelo de convivencia. Tenemos motivos para ello”, ha destacado.
Ante otros escenarios similares vividos en las últimas décadas, Felipe VI ha recordado que siempre se salido a flote, por lo que no ha visto motivos para pensar que esta vez no será así.
“Porque ni el virus, ni la crisis económica nos van a doblegar”, ha sentenciado en su mensaje navideño, que ha venido a reforzar su empeño de insuflar ánimo que ha presidido sus intervenciones en los últimos meses.
Frente a los retos “enormes, pero no insalvables”, que afronta el país, don Felipe ha marcado como meta emprender “un gran esfuerzo nacional y colectivo” para afrontar la recuperación.
“Un gran objetivo nacional que a todos nos debe unir; que, como ciudadanos, nos compromete y nos obliga a todos”, ha sostenido el rey, para quien España cuenta con “una sociedad fuerte y un Estado sólido” que ayuda a encarar el reto.
La llegada de la vacuna no debe suponer bajar la guardia
La llegada de la vacuna representa una “gran esperanza”, pero el jefe del Estado ha demandado a los ciudadanos mantenerse “prevenidos y no bajar la guardia” al ser “imprescindible” la responsabilidad individual.
Para que la crisis económica no derive en una crisis social, el rey ha defendido poner en el centro a las personas y las familias, en particular, a los jóvenes, puesto que “España no puede permitirse una generación perdida”.
Además de proteger a los más vulnerables, ha abundando en la importancia de apoyar a las empresas, los autónomos y los comerciantes para consolidar las bases que definan un horizonte de “estabilidad y confianza económica”.
El monarca ha tenido palabras de elogio para los sanitarios, a los que ha vuelto a dar las gracias por su “enorme esfuerzo, su extraordinaria profesionalidad y su gran humanidad con los enfermos”.
“Les pedimos que mantengan todo el ánimo y toda la fortaleza y que sigan cuidando de nuestra salud”, les ha rogado ante lo que pueda venir en los próximos meses.
“No será difícil que el año 2021 mejore a este 2020”, ha presagiado.
