Según ha informado el centro sanitario, la Unidad de Epilepsia del Hospital del Mar, creada en 2010, aplica diagnósticos basados en técnicas de neuroimagen y en métodos invasivos, como la implantación de electrodos directamente en el cerebro para registrar crisis epilépticas y estudiar las funciones cerebrales mediante su estimulación directa.
La monitorización de los pacientes ingresados se realiza mediante vídeo-electroencefalografía por un equipo de vigilancia que observa durante 24 horas a los enfermos desde la sala de control anexa.
La habitación de monitorización está permanentemente vigilada por cámaras de infrarrojos para poder tener una reacción inmediata de personal y controlar las crisis de los pacientes, que duermen en camas adaptadas y preparadas para que los especialistas puedan atender al paciente en cuestión de segundos.
La unidad, dirigida por el neurólogo Rodrigo Rocamora y formada por neurólogos, neuropediatras, neurocirujanos, neurofisiólogos, neuropsicólogos, un físico, un ingeniero, personal de enfermería y técnicos, practica más de 30 cirugías de epilepsia al año.
“Somos el primer centro en España que ha llevado a cabo cirugía de la epilepsia con un brazo robotizado, una nueva tecnología que implanta a los pacientes múltiples electrodos intracerebrales para detectar el origen preciso de las crisis”, ha explicado Rocamora.
Esta técnica “permite operar pacientes que hasta ahora estaban condenados a padecer la enfermedad toda la vida. Gracias a esta tecnología, hemos logrado incrementar la precisión y la eficacia de las intervenciones para extraer del cerebro el foco donde se originan las descargas eléctricas que provocan las crisis epilépticas”, según el neurólogo.
“Además, -ha añadido- hemos conseguido reducir la duración de la intervención de ocho horas a sólo dos, facilitando la labor de los cirujanos, reduciendo el riesgo de complicaciones y favoreciendo una rápida recuperación del enfermo”.
Para conseguir la acreditación de centro de referencia en España, el Hospital del Mar se ha sometido a una evaluación y a una auditoría realizada por dos auditoras, que también revisaron exhaustivamente todos los casos clínicos intervenidos en los últimos 3 años, así como los protocolos y procedimientos clínicos y de apoyo.