
Las enfermedades mentales afectan a 350 millones de personas en todo el mundo.
La Organización Panamericana de la Salud señala que aunque estas enfermedades se pueden tratar, todavía hay muchos pacientes que no buscan o no reciben el tratamiento que necesitan y en América Latina unas 63.000 personas se suicidan anualmente.
La OPS señala que muchos pacientes ocultan su depresión para evitar ser estigmatizados y por eso ha lanzado la campaña “La depresión, una crisis global” para que se conozca la enfermedad y quienes la padecen aprendan a reconocerla y afrontarla ya que “tiene buen pronóstico si se trata a tiempo y de manera apropiada”.
“Hay que borrar la idea de que toda depresión va a necesitar tratamiento medicamentoso”, asegura el asesor principal en salud mental de la OPS, Jorge Rodríguez.
Los casos ligeros y algunos moderados “pueden ser solucionados, básicamente, con apoyo social, familiar, psicoterapias breves u otras formas de intervención psicosocial que pueden ser realizadas por médicos de atención primaria de la salud o por organizaciones de la comunidad que brindan apoyo a las personas”, explica.
Esta organización lamenta que todavía falta inversión en atención primaria en América Latina, donde el porcentaje del presupuesto sanitario destinado a salud mental es inferior al 2 por ciento y de este, el 67 por ciento se destina a psiquiátricos.
No obstante, la OPS reconoce que ha habido avances y el 76,5 por ciento de los países de América Latina y el Caribe cuenta con un plan nacional de salud mental.
La depresión es el trastorno mental que más afecta a la población en el mundo y se calcula que el 25 por ciento de la población mundial padece uno o más trastornos mentales o del comportamiento a lo largo de su vida.
Los trastornos mentales y neurológicos representan el 14 por ciento de la carga mundial de enfermedades a nivel mundial y el 22 por ciento en América Latina y el Caribe.
Entre los trastornos mentales en esta zona del continente americano, la depresión es la que más impacto tiene (5 %), seguida de los trastornos de ansiedad (3,4 %), la distimia (1,7 %), el trastorno obsesivo compulsivo (1,4 %), trastorno de pánico y psicosis no afectivas (1 % cada una), y trastorno bipolar (0,8 %), entre otros.
La depresión suele ser más común en las mujeres que en los hombres. Entre dos y cuatro de cada diez madres de países en desarrollo sufren de depresión durante el embarazo o postparto.