
En el curso “Antibióticos y resistencias: un reto recurrente”, organizado por la UIMP y la empresa farmacéutica MSD, diferentes expertos han abordado el origen y la repercusión del fenómeno global de la resistencia antimicrobiana.
“El descubrimiento fue tan impactante que se empezaron a emplear en exceso”, ha indicado César Nombela, catedrático de Microbiología, respecto a los antibióticos, y ha hecho alusión a Fleming: “En 1945 ya lo advirtió, esto no es nuevo”.
La aplicación de los antibióticos en el hospital, fuera de él en la medicina comunitaria o en la alimentación animal son algunos de los que Nombela ha denominado “puntos críticos de la resistencia a los antibióticos”.
El suministro de dosis suficiente y su prolongación en el tiempo son claves en este problema, si bien “en la naturaleza hay situaciones que contribuyen a estimular mecanismos básicos que hay en las bacterias para la resistencia a antibióticos”, según este científico.
El uso masivo de medicamentos varía por países y años. En los datos aportados por Nombela en su ponencia, España se situaba en una posición intermedia dentro de la Unión Europea ocupando Grecia, Francia, Italia o Portugal los puestos más altos y Holanda, Suecia y Alemania, los más bajos.
César Nomblea
“La resistencia antimicrobiana también mata, no solo los virus, las bacterias o el cáncer. Hay que poner especial atención”, ha determinado el presidente y director general de MSD España y Portugal, Ángel Fernández. En total, provocan 25.000 muertes anuales en Europa.
“La resistencia a los antibióticos es el mayor problema sanitario del mundo y en ningún país se ha reducido”, ha señalado también en la presentación Bruno González-Zorn, doctor en Veterinaria, miembro del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria y secretario del curso.
Germán Bou, del Servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario de A Coruña, ha coincidido con Nombela en que este problema repercute en el mundo entero, desde las instituciones sanitarias a la comunidad en general, sin olvidar a los animales.
Bou ha añadido más cifras de la mortalidad anual por este problema: 23.000 en Estados Unidos, 38.000 en Tailandia y 58.000 niños en La India.
Según este microbiólogo, cada hora que un paciente no recibe un tratamiento antibiótico correcto, su mortalidad aumenta un 7,6 por ciento; y una de cada cinco visitas al hospital esta relacionada con esta materia.