
Los juguetes donados, que deben ser nuevos dada la situación de la pandemia, volarán mágicamente hacia la sede del portal de Belén de Cáritas en Madrid, de donde los recogerán, a su vez, voluntarios@s pajes reales para entregárselos a centenares de niñas y niños de la población más vulnerable de la Comunidad de Madrid.
Estos regalos navideños, de amor solidario, de amor desinteresado y de amor infinito, no tienen por qué ser los juguetes más demandados, como la muñeca “Nancy un día con mascarilla”, el “Super Color Spray de Crayola”, la peonza “BeyBlade”, el “BabyYoda” de Stars Wars o el maletín médic@ y enfermer@ de Buyger.
Tan solo es necesario que cada obsequio real se entregue con el corazón en el Aula Respira del Servicio de Neumología en la 6ª planta del Hospital Universitario de La Princesa para que las niñas y niños recuperen su sonrisa… esa sonrisa que desaparece de sus ojos cuando sienten el desamparo de una madre o un padre.
“La Navidad siempre es un buen momento para convertirnos en buenas personas, dejando a un lado el egoísmo, la codicia o la maldad. Cualquier menor de edad nos necesita a su lado y se merece que le regalemos un mensaje de amor, paz y solidaridad”, reitera (y ya va por la octava edición) el doctor Julio Ancochea Bermúdez.