
Los juguetes donados volarán mágicamente hacia la Congregación Religiosa Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes, a su vez, harán de Reinas Magas para centenares de niñas y niños de las residencias infantiles de la Comunidad de Madrid.
Estos regalos navideños, de amor solidario, de amor desinteresado y de amor infinito, no tienen por qué ser los juguetes más demandados por su ilusión, como los muñecos neonatos “KsiMeritos“, la “Playstation” o el “Bebé llorón“; tan solo es necesario que se ofrezcan a La Princesa con el corazón para que las niñas y niños recuperen su sonrisa… esa sonrisa que desaparece de sus ojos cuando sienten el desamparo de una madre y un padre.
“La Navidad es un buen momento para convertirnos ya en buenas personas, dejando a un lado el egoísmo, la codicia o la maldad. Cualquier menor de edad nos necesita a su lado y se merece que le transmitamos un mensaje de paz, amor y solidaridad”, reitera, cuantas veces sea necesario, el doctor Julio Ancochea.
Todos los juguetes donados, ya empaquetados para una ocasión tan especial, se repartirán entre los más de 1.500 niños y niñas que viven en las residencias infantiles de la Comunidad de Madrid. En estos centros educativos, tutelados, en régimen de acogida, sueñan con su futuro personas de entre 3 y 18 años de cualquier parte del mundo.