En el segundo programa de la nueva etapa de "El Bisturi", el doctor Luis Carrascal, miembro del Grupo de Trabajo de Actividad Física y Salud de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), y la responsable de Nutrición y Salud de Nestlé, Anabel Aragón profundizan en la deshidratación y la hidratación

Agua, tu mayor aliado contra la deshidratación
Una correcta hidratación es fundamental para afrontar la práctica derpotiva. EFE/Sanjeev Gupta
  • 29 de enero, 2016
  • MIRIAM MUÑOZ

Luis Carrascal define la deshidratación como una disminución del volumen de la persona derivada de la pérdida aislada de agua, de agua libre. Para que esto no ocurra hay que saber cómo tratarla porque podemos llegar a perder ciertos minerales esenciales como el sodio.

El doctor de la semFYC detalla que los principales síntomas que nos permiten detectar que estamos deshidratados se resumen en: sensación de sed, boca seca, dolor de cabeza, mareos, dolores musculares, fatigabilidad leve, bajada del estado de ánimo o estreñimiento.

Para evitarlo hay que beber agua de forma sistemática. Hay ocasiones que las jornadas intensivas de trabajo hacen que descuidemos la toma de agua por lo que "debemos procurarnos un descanso para hidratarnos" y así evitar esos síntomas.

Somos agua

Anabel Aragón asegura que el agua es un nutriente esencial para nuestro cuerpo porque es el principal componente del cuerpo humano: "Supone el 75% del peso de un bebé, el 60% de un adulto sano y el 50% de una persona mayor".

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EFE/Yayah Arhab

El agua es un nutriente de tipo no energético, "no aporta calorías para nuestro cuerpo como sucede con las vitaminas y las sales minerales", detalla la responsable de Nutrición y Salud de Nestlé.

Este líquido también es el encargado de que se produzcan todos los fenómenos bioquímicos en el organismo que aseguran la vida.

¿Sabías que constituye el 93% de la sangre?

  1. Ayuda a mantener el cuerpo a una temperatura correcta.
  2. Ayuda a eliminar los productos de desecho del cuerpo.
  3. Transporta los nutrientes a las células.
  4. Contribuye al funcionamiento de nuestras capacidades físicas y cognitivas.

"Podemos vivir sin comer casi dos meses pero sin agua no duraríamos ni una semana", añade la experta.

Perfiles vulnerables

Cada grupo de población tiene unas necesidades distintas. Luis Carrascal señala que los perfiles más vulnerables a caer en la deshidratación son los siguientes:

  • Deportistas: Es una persona que tiene una sobrecarga física y por lo tanto sudará más y perderá más agua que un paciente que lleva una vida sedentaria. En verano debe tomar agua cada media hora de forma sistemática; no debe pasar más de 10 km sin hidratarse. En invierno debe tomar agua cada hora y no superar los 15 o 20 km sin beber para que no le aparezcan síntomas de deshidratación.
  • Pacientes enfermos: Los que tienen infecciones suelen tener fiebre por lo que presentan una mayor sudoración. Además los que padecen gastroenteritis suele perder más agua a causa de los vómitos y las diarreas.
  • Mujeres embarazadas: Tiene que beber agua para dos personas: "Para ella y para el embrión o feto".
  • Ancianos: Los mecanismos de la sed los tienen disminuidos y como además suelen contar con tratamientos que son diuréticos sufren mayores pérdidas de agua en la orina.

El reloj de la hidratación

Entre los trucos que enumera Anabel Aragón para mantener el cuerpo bien hidratado se encuentra la planificación de la ingesta de agua y su reparto en diferentes momentos del día.

Ella habla del llamado reloj de la hidratación que establece que para estar hidratados hay que tomar 8 vasos de agua en diferentes momentos del día. "Hay que tenerlo siempre en la mente y no hay que esperar a que tengamos sed, hay que adoptarlo como una rutina".

Imagen de un reloj de arena
EFE/UPI

Los niños suelen olvidarse muchas veces de la importancia de tomar agua a lo largo del día cuando están jugando o cuando están practicando algún deporte. Para que no se deshidraten "hay que educarles y predicar con el ejemplo".

Hay que ofrecerles siempre agua en lugar de otras alternativas más dulces porque puede ser fácil que acaben rechazando alimentos y bebidas que no tengan ese sabor.

En definitiva, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria recomienda que los hombres beban al día 2 litros de agua y las mujeres 1,6.

También hay que tener en cuenta que determinadas comidas también aportan grandes cantidades de agua como por ejemplo, las frutas, las verduras o las sopas.

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