La esperanza de vida es cada vez mayor, pero...¿Podremos llegar a una cuarta edad con gran calidad de vida? La investigación en el campo del envejecimiento nos sorprende. Carlos López-Otín nos cuenta en EFEsalud las claves de la longevidad a través de la manipulación genética

Vivir más gracias a la modificación genética
Conmemoración del Instituto Tomás Pascual Sanz. Segundo por la izda: Carlos López-Otín, y tercero por la dcha: Rafael Matesanz/Foto cedida por Corporación Pascual
  • 6 de marzo, 2014
  • MADRID/EFE/PAZ OLIVARES

El Instituto Tomás Pascual Sanz ha conmemorado su séptimo aniversario con una conferencia sobre longevidad celebrada en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid. El protagonista de la ponencia fue Carlos López-Otín, catedrático de Bioquímica y Biología molecular de la Universidad de Oviedo.

"Para aprender sobre el futuro, hay que mirar al pasado". Así comenzó López-Otín su charla "Las claves genómicas de la longevidad". La investigación en el envejecimiento ha cambiado sustancialmente en muy pocos años. Durante mucho tiempo, el estudio de estrategias para entender la razón por la cual envejecemos y las posibilidades de extender la longevidad se veía desde un ámbito poco riguroso. "Eran pocos los que realmente se dedicaban a estudios moleculares profundos. Era más un terreno de la cosmética que de la ciencia", afirma el catedrático.

Resulta curioso que, en el campo de la oncología, el estudio del envejecimiento podría resolver algunas claves en la investigación del cáncer y los procesos tumorales, aunque también ocurre al revés, y es que los datos que se tienen sobre el cáncer podrían servir para saber algo más sobre el envejecimiento.

"La mejor manera de verlo es el hecho de que las células tumorales han conseguido superar las barreras de la mortalidad que tienen las células normales y se vuelven inmortales. Es un tipo de célula sobre las que podemos estudiar procesos de inmortalidad", explica el experto.

¿Por qué algunas células son capaces de penetrar en unos tejidos y en otros no? "Existen 40 genes asociados a este proceso y buscamos el gen equivalente en los animales. Y algunos de estos genes tienen relación con problemas metabólicos o enfermedades cardiovasculares", aclara López-Otín.

Carlos López-Otín/Foto cedida por Corporación Pascual

Para llevar a cabo esta investigación, se hicieron experimentos con ratones, en los que se modifica un gen que le hacía envejecer solamente al día después de haber nacido.

¿La razón? La acumulación de una proteína tóxica, que es la prelamina A, hace que se ponga en marcha un sistema de defensa contra los daños que se le pueda ocasionar al organismo. "Saber que esta proteína tenía algo que ver en el envejecimiento fue una de las claves para seguir adelante", asegura el doctor.

¿Qué interés tienen los ratones? El Síndrome de Hutchinson-Gilford es el envejecimiento acelerado de los niños. De este se están obteniendo datos de que, muchos de los ratones en los que se había modificado el gen, tenían las mismas características que los niños con esta enfermedad. López-Otín: "Una historia que comenzó siendo de ratones, terminó convirtiéndose en una de hombres".

El número de genes alterados en una sola enfermedad es realmente extraordinario. Algunos de estos son afectados y otros no, y eso deriva de las diferentes mutaciones que hay.

Aproximación a las claves de la longevidad

  • Cambios en el genoma: hacen que el organismo responda frente a ellos para intentar proteger la función de las células. Lo que ocurre es que las células encargadas de renovar los tejidos que hacen que el envejecimiento sea más lento dejan de cumplir su función y, por tanto, los organismos envejecen. "El conocimiento de las claves del envejecimiento permite discutir hoy qué posibilidades tenemos de intervenir sobre ellas a largo plazo. Hay posibilidades de intervenir sobre el genoma, de manera que la vida podría alargarse, aunque esto aún no se puede hacer en humanos", destaca el especialista.
  • Intervenciones farmacológicas y nutricionales: hay distintos compuestos que activan procesos muy poco conocidos que actúan como reguladores de la vida celular, ya sea mediante fármacos o mediante dietas. Estas técnicas ayudan a estar más protegidos ante el desarrollo del envejecimiento. Carlos López-Otín resalta: "Hoy por hoy, las mejores lecciones las aprendemos de una dieta sana".

¿Cuál es el futuro?

No debemos creer que el fin de estas investigaciones es vivir mil años, sino que el objetivo es intentar que la vida sea lo mejor posible, que haya una mejor calidad de vida. Para ello, los expertos ahora se centran en tratar de llegar a más conclusiones sobre las enfermedades asociadas al envejecimiento, que son las principales amenazas para que la longevidad no sea mayor.

"A nadie nos interesa vivir más a cualquier precio, sino que queremos vivir más solo si podemos vivir bien", reitera el médico.

López-Otín confirma: “La tecnología ha avanzado tanto que la palabra imposible ha retrocedido enormemente. Por primera vez nos enfrentamos a las claves genómicas”.

 

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