Desde que comenzó la crisis económica en España se ha observado un descenso en el uso de anticonceptivos, una reducción en el número de nacimientos y un retraso en la edad de la maternidad

Baja el uso de anticonceptivos y los nacimientos con la crisis
EFE/Joao Relvas
  • 29 de julio, 2014
  • MADRID/EFE/ANA SOTERAS

Estas conclusiones figuran en el informe “Crisis y Salud” elaborado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), que dedica un apartado a la incidencia de la inestable situación económica en la salud sexual y reproductiva.

El método utilizado se basa en el análisis de datos de diferentes fuentes (Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva de 2009; Encuestas DAPHNE de 2009 y 2011; o, entre otras, estadísticas de nacimientos y muertes fetales del Instituto Nacional de Estadística 1996-2012) sobre los que se realiza un diagnóstico conjunto detectándose “áreas particularmente vulnerables en la salud sexual y reproductiva que pueden ser susceptibles a la crisis o a las medidas anticrisis”.

Sespas considera que la salud sexual y reproductiva constituye un ámbito de protección por parte de los poderes públicos para garantizar que las personas disfruten “de una vida sexual libre, satisfactoria y segura”.

Internet, una fuente de información sexual con riesgos

La población española tiene una buena percepción de su salud sexual y buena disponibilidad de información al respecto. La escuela y servicios de salud pierden importancia como vía de información y la gana internet y las redes sociales, especialmente entre los jóvenes.

Pero las nuevas tecnologías suponen un riesgo como fuente de información ante la presencia de la pornografía que se erige como un referente que reproduce estereotipos machistas, violentos y poco tolerantes con la diversidad sexual.

La iluminación adecuada es clave para trabajar. EPA/Rolex Dela Pena

“En la medida en que la crisis económica debilita el sistema educativo y sanitario, medios como internet cubrirán estas carencias en ocasiones con contenidos poco objetivos y rigurosos”, señala el estudio.

Además, la intolerancia sexual se muestra más contra la mujer, por lo que prostitución y violencia son fenómenos que se agravan con la crisis y el empobrecimiento femenino, y en los países con problemas económicos se describen aumentos en la población que la ejerce. La reducción del gasto público incrementa el desamparo económico de las víctimas y disuade a denunciar al agresor.

Desciende el uso de anticonceptivos

Las fuentes revisadas por Sespas reflejan un descenso en el uso de anticonceptivos desde 2007, así como la ausencia de medidas de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual en una quinta parte de las relaciones ocasionales o esporádicas.

“Esta realidad, junto con una incidencia creciente de sífilis, gonococia o VIH en algunos colectivos, evidencia la necesidad de incidir en las estrategias de sexo seguro”, apunta el informe que también señala que “el creciente peso relativo de los casos de sida y de infección por el VIH en población extranjera, a la vez que su exclusión de la atención sanitaria pública en caso de situación irregular según la Ley 12/2012, puede suponer un mayor riesgo de transmisión".

Salud reproductiva

Los datos ponen de manifiesto, según el informe, la relación entre crisis económica y el descenso del número de nacimientos y el retraso en la edad a la maternidad. El empeoramiento del contexto económico y social ha provocado que en 2012 nacieran casi 40.000 niños menos de los esperados.

Además de consecuencias sociales como el futuro de las pensiones, este descenso de la natalidad puede supone un deterioro de la salud reproductiva de personas que desean tener descendencia pero cuyas condiciones de vida no se lo permite.

Así, en las edades más jóvenes (donde el desempleo ha tenido mayor impacto) es donde la fecundidad ha tenido un mayor descenso, mientras que se produce un aumento en madres de más de 40 años, con las consecuencias que esto puede tener para la salud materna y del bebé.

La crisis, no obstante, no parece haber repercutido especialmente en los resultados del parto, ni en el número de interrupciones voluntarias del embarazo, aunque Sespas no descarta que su efecto pueda darse “en un plazo de tiempo más extenso”.

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria considera que con este informe, realizado con datos de fuentes secundarias que se presentan de forma dispersa, se puede realizar una lectura integral de la situación de la salud sexual y reproductiva que puede ser en especial susceptible a la crisis o a las medidas anticrisis.

“Evitar el deterioro de la salud sexual y reproductiva requiere profundizar en el conocimiento y la vigilancia de los problemas y reforzar los compromisos institucionales sobre las áreas y los colectivos más vulnerables detectados en este informe”, concluye.

Descubre más desde EFE Salud

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo