A estas alturas ya nadie discute las ventajas de hacer ejercicios de respiración para favorecer la concentración, combatir la ansiedad y las tensiones diarias que padecen los adultos y también nuestros hijos. Por ello la propuesta hoy es enseñarles técnicas de respiración

Ayuda a tus hijos a respirar
EFE
  • 23 de febrero, 2016
  • EFE/MADRID/PILAR GONZÁLEZ MORENO

Cada vez son más los colegios que incorporan a sus aulas juegos de respiración, convencidos de que generan múltiples beneficios como la disminución del estrés muscular y mental y el aumento de la confianza. La psicóloga y experta en logopedia Silvia Álava, del Centro de Psicología Álava Reyes, lleva quince años de experiencia en la práctica de la respiración para niños y recuerda la abundancia de estudios científicos que avalan sus beneficios y bondades.

Autora del libro:”Queremos hijos felices. Lo que nunca nos enseñaron” (JDEJ), insiste en la importancia de que los ejercicios de respiración se hagan bien, y en que la expiración dure más tiempo que la inspiración.

Apunta que se trata de una técnica muy fácil de aprender y muy recomendable para todos los niños, y especialmente para los más nerviosos o con problemas de ansiedad.

Respira

De la misma opinión es la arquitecta y escritora Inés Castel -Branco, madre de tres hijos (5, 7 y 9 años) y autora del libro “Respira”, el acto más sencillo y necesario que todos hacemos, pero que muchas veces hacemos mal.

Sus hijos van a un colegio en el que se practica la respiración todas las mañanas y ella también los lleva a cabo  en casa cuando se van a acostar, o en alguna ocasión especial.

Pero Inés Castel-Branco pretende ir un poco más allá y las inspiraciones sirven para imaginar que inhalan paz, sosiego, alegría y las expiraciones para expulsar la tristeza, los temores, ansiedades...

 

Ilustración cedida por Inés Castel-Branco

En su libro propone y explica catorce ejercicios, ilustrados y explicados paso a paso.

Entre ellos destacamos:

Hinchar globos, porque crea la necesidad de una respiración profunda para volver a soplar fuerte, lo que aumenta la capacidad pulmonar.

Lanzar un cohete. En esta respiración el niño imagina que es un cohete que se está preparando par ir a la luna y deberá estirar lentamente los brazos hacia arriba lo que ayuda a dilatar la caja torácica. La pausa que hace arriba reteniendo el aire calma el ritmo respiratorio e induce a la serenidad

Se puede respirar con las vocales: ”Cada letra – explica la autora- hace vibrar una parte diferente de nuestro cuerpo. la O fortalece el corazón; la U resuena en la barriga; la E hace vibrar el cuello, la I da vida a la cabeza y la A limpia los pulmones”.

El libro incluye algunos ejercicios simples de yoga, como el del búho para ayudar a reducir el estrés en los hombros y estirar el cuello, o el del gato que aumenta la flexibilidad de la espalda y estira los músculos del cuello.

A fin de cuentas y en la etapa que va de los 3 a los 7 años se trata de jugar con su imaginación a la vez que se trabaja su cuerpo y reflexiona por donde entra y sale el aire, si más por la barriga o por el pecho, si lo hace poco a poco o con prisas.

 

Descubre más desde EFE Salud

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo