La obesidad o el consumo de esteroides puede provocar el aumento desproporcionado de la mama masculina, una anomalía que para algunos pacientes es algo más que una cuestión estética, afectándoles incluso psicológicamente

Ginecomastia, cuando tener pecho es un problema
EFE/Ali Ali
  • 15 de octubre, 2012
  • MADRID/EFE/vERÓNICA LÓPEZ

La ginecomastia es la patología mamaria más frecuente en el sexo masculino. Esta anomalía se caracteriza por el crecimiento de una o ambas glándulas mamarias y puede afectar a niños, jóvenes o adultos.

En la mayoría de los pacientes este problema causa un impacto emocional alterando su vida cotidiana y relaciones. En los casos más severos es necesario recurrir a la cirugía o la liposucción.

El doctor Javier Oroz Torres, especialista en cirugía plástica y estética del hospital Virgen del Camino de Pamplona, ha explicado a Efesalud que existen dos tipos de esta patología: la conocida propiamente como “ginecomastia” que se produce por la proliferación glandular o la pseudoginecomastia, cuando el aumento es producto de una acumulación de grasa alrededor de la glándula.

La ginecomastia es muy frecuente en la pubertad, por los cambios hormonales, pero suele desaparecer tras la adolescencia. Si no es así, se debe realizar una evaluación endocrinológica para ver si es reversible o no.

Según el doctor Joaquín García Aparicio, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Estética (SECE), este trastorno suele estar asociado a una hiperprolactinemia o exceso de prolactina en sangre. “También puede ser causada por hiperestrogenismo, derivado de una patología hepática como la cirrosis, ya que el hígado no es capaz de metabolizar los estrógenos”, añade.

Además los varones obesos o aquellos sometidos a tratamiento con estrógenos también pueden desarrollar cúmulos de grasa en forma de mama.

Otras causas que pueden provocar esta anomalía son el déficit de testosterona; la insuficiencia renal y diálisis; el tratamiento hormonal para el cáncer de próstata; la radioterapia en testículos o el consumo de algunas drogas y fármacos como los esteroides anabólicos.

El alcohol; las anfetaminas; la marihuana; los opiáceos; fármacos como la cimetidina, el ketoconazol, la espironolactona o el metronidazol; los antidepresivos tricíclicos o los estrógenos y anabolizantes esteroides pueden favorecer la ginecomastia.

Tratamientos e intervención

Durante la adolescencia el problema se puede solucionar con tratamiento médico, con apoyo psicológico y vigilancia periódica, pero si no tiene efecto se debe recurrir a la cirugía.

El doctor García Aparicio explica que "el tratamiento quirúrgico de la ginecomastia verdadera consiste en la extirpación de la glándula por vía abierta y se puede realizar en pacientes de mayores de edad".

En el caso de una pseudoginecomastia, o ginecomastia falsa de grasa, se puede extirpar mediante cánulas de liposupción, una técnica que ha emergido como una de las más importantes para eliminar esta patología.

Tras la intervención se coloca una camiseta de compresión que se debe llevar durante 1 mes. Al cabo de tres meses aproximadamente la inflamación va disminuyendo y son visibles los resultados.

 

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