Daniel tuvo que dejar el fútbol tras varias lesiones de rodilla. Pero por fin va a volver a tener un cartílago sano que le permita llevar una vida normal. EFEsalud ha entrado en un quirófano de la Clínica CEMTRO para asistir al implante de células autólogas a este joven, de la mano del cirujano Pedro Guillén

El doctor Guillén regenera un cartílago con EFEsalud

El doctor Guillén regenera un cartílago con EFEsalud

  • 12 de noviembre, 2012
  • Javier Tovar

¡Atención!, el reportaje en vídeo podría incomodar a personas muy sensibles

Hace algo más de un mes, a Daniel, de 23 años y estudiante de ciencias del deporte en el INEF,  le practicaron una primera intervención en la que se obtuvieron células de su cartílago hialino.

Estas células, los llamados condrocitos, se multiplicaron en la "Sala Blanca" del cultivo celular de la clínica CEMTRO hasta obtener los 25-30 millones necesarios para llevar a cabo el implante.

El doctor Pedro Guillén y su equipo comienzan la operación de implantación de células que durará aproximadamente una hora. El joven canario, que ya está preparado sobre la mesa de operaciones del quirófano para su segunda intervención,  ha sido anestesiado en la columna vertebral, por lo que permanecerá despierto durante la cirugía.

Tras la incisión de la rodilla y dejar al aire el cartílago, el traumatólogo determina el tamaño de la lesión con una regla de medir graduada. Se estima qué cantidad de cartílago había perdido el paciente tras las sucesivas luxaciones. Se necesitan alrededor de cinco millones de células regeneradas por centímetro cuadrado de cartílago dañado.

Una de las ayudantes del doctor, delimita con un molde esterilizado, en esta ocasión usa un trozo de guante quirúrgico de látex, la forma de la zona dañada del cartílago, tras fijar la huella de un rotulador sobre el perímetro.

La especialista en el cultivo celular ya tiene preparadas la membrana y las células. Como si se tratara de una pequeña cartulina y con el molde obtenido de la lesión, se recorta la membrana. Esta matriz especial consta de dos partes:

  • Una rugosa (permeable) en donde se van a situar los condrocitos.
  • Otra lisa (impermeable) que evitará que las células salgan a la parte exterior una vez adherida al cartílago sano.

Después de doce o quince minutos de espera a que la membrana absorba las células necesarias para la reconstrucción, el doctor Guillén procede a implantarlas en el cartílago del paciente. Tras coser la matriz, ésta queda perfectamente encajada en la zona donde antes Daniel tenía el cartílago deteriorado.

Para evitar que las células salgan al exterior, la sutura se sella con un pegamento de fibrina, igual que la proteína que genera nuestro propio organismo.

Tras el éxito de la operación, la herida en la zona de la rodilla se cierra, pero antes, se efectúa "la prueba del siete", tal y como le gusta decir al profesor Guillén:

Se flexiona la pierna con movimientos naturales para comprobar que la articulación de la rodilla funciona correctamente.

Daniel, que durante parte de la intervención se ha quedado dormido, incluso ha roncado, se despierta sonriente pensando en que en unos meses podrá volver a llevar su vida normal, y sobre todo en que podrá volver a jugar al fútbol, que es lo que más le gusta.

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