El 70 % de la población sana sufre ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias, primera causa de muerte en el mundo, por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman placas que dificultan o impiden el flujo sanguíneo; una investigación presentada por Valentín Fuster en el Congreso del Colegio Americano de Cardiología

El 70% de la población sufre ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias
Un corazón de nueve metros formado por globos en el centro/ EFE/Bernardo Rodriguez
  • 16 de marzo, 2015
  • SAN DIEGO (EEUU)/EFE/ALMUDENA DOMÉNECH

Esta es una de las conclusiones presentadas por los expertos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentín Fuster y Borja Ibáñez, en la 64 Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, que se celebra en San Diego (EEUU).

Los doctores trabajan en España en el estudio PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis), con la participación de 4.000 personas de entre 40 y 54 años, mientras que Fuster dirige también en EEUU el High Risk Plaque (HRP), con 5.000, investigaciones ambas que persiguen prevenir la ateroesclerosis antes de sus síntomas.

Fuster, director del CNIC y del Instituto de Cardiología del Hospital Mount Sinaí de Nueva York, ha señalado, en declaraciones a Efe, que cuántas más placas se tengan en el cuerpo más susceptible es la persona de sufrir en el futuro un infarto o un ictus.

El investigador abandona así el concepto de "placa vulnerable", que él mismo acuñó, en un intento de detectar y controlar aquellas que tenían más probabilidad de romperse y causar problemas.

Sus últimas indagaciones han demostrado la variabilidad de estas placas -unas dejan de ser peligrosas para dar paso a otras- así como su escasa relación con la situación en la que se localizan y la parte del cuerpo en la que se produce el accidente vascular.

"Ahora vemos al paciente sistémicamente vulnerable: cuantas más placas tengas y más inflamación tengas en todo el cuerpo más eventos puedes tener", ha expuesto Fuster.

Retrato del doctor Valentín Fuster, presidente del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. efesalud.com
Valentí Fuster. EFE / Gustavo Cuevas

La enfermedad ateroesclerótica, ha puntualizado, "aparece a una edad muy temprana, es una patología difusa; siempre pensábamos que puede estar en la coronarias o en el cerebro y está en todos sitios".

Detectar este problema, según el investigador, permite avisar a la persona que tiene las arterias "obstruidas" de que "es el momento de que cambie su estilo de vida" para evitar una dolencia cardiovascular.

Borja Ibáñez, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, y director de Investigación Clínica del CNIC, ha hecho hincapié en que siete de cada diez personas tiene ya ateroesclerosis, creyendo que están sanas, y "esto va progresando con el paso del tiempo".

"Cuando haces un screening mucho más exhaustivo y miras varios territorios vasculares la incidencia de tener placas es mucho mas alta de lo que pensábamos", ha alertado en declaraciones a Efe.

Ambos científicos han presentado también en este foro sus estudios para reducir el daño miocárdico por reperfusión, que se define como la inflamación o el efecto adverso producido al restablecerse la circulación a las células isquémicas.

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