Con las vacaciones parece que se acaban las restricciones en la alimentación y las extenuantes jornadas de ejercicio para lograr una silueta en forma. ¡Has conseguido tu objetivo! Pero ahora... ¿Cómo cuidar el peso alcanzado frente a tantas tentaciones? Te enseñamos a elaborar un plan para mantener tu figura y poder disfrutar sin remordimientos

Activa tu metabolismo y mantén tu peso en vacaciones
Una mujer toma el sol en la playa de la Malvarrosa, Valencia. EFE/Kai Försterling
  • 17 de agosto, 2016
  • MADRID/EFE/MARÍA FERNANDA AYALA

Viajar para relajarnos, compartir una velada con amigos o simplemente pasar más tiempo en casa mientras gozamos de tiempo libre son actividades que implican un cambio en nuestros hábitos de vida. Sin embargo, esta pausa en la rutina no tiene por qué imponerse como un desafío contra nuestra voluntad, sino todo lo contrario, se puede convertir en una oportunidad para aprender a disfrutar con mesura.

Y para ello, la doctora Verónica Sánchez Rivas, endocrinóloga del Hospital Quirónsalud San José, recomienda poner de nuestro lado al metabolismo, siguiendo estos consejos prácticos para complacer a la mente y el cuerpo durante la época estival.

¡Muévete, camina, ve a nadar!

No hay mejor manera de conocer lugar, que hacerlo andando. Por eso, no olvides unas zapatillas cómodas y planea realizar uno o dos paseos al día, durante mínimo 45 minutos. Para evitar un desgaste excesivo, la doctora Sánchez Rivas menciona que "en verano el calor condiciona nuestro rendimiento, y es por ello que actividades como la natación o gimnasia en el agua resultan mucho más llevaderas".

Pero, ¿cuál es la mejor hora del día para hacerlo? Justo después de las comidas principales "no se aconseja para practicar deporte", indica la endocrinóloga, ya que se interrumpe la digestión. Lo que si aconseja es "tomar una merienda o tentempié una hora antes del ejercicio e hidratarse convenientemente durante y después del mismo".

¿Caminar rápido o despacio? La doctora Sánchez Rivas afirma que la velocidad condiciona la intensidad del ejercicio, de manera que "mientras más ligero y enérgico sea el paso, mayor será el gasto de calorías". Ahora bien, para aquellas personas con alguna limitación funcional (por lesión articular o dolor) la recomendación es mantener el paso a velocidad lenta, pero por más tiempo, y así "compensar la falta de intensidad aumentando el tiempo de entrenamiento para obtener beneficios para el metabolismo", añade.

Tomar agua "a sorbitos"

La sed es el principal síntoma de deshidratación, por lo que es fundamental beber agua con regularidad y no esperar a tener sed para hacerlo. “Anticípate, lleva contigo una botella y toma sorbos de agua a lo largo del día”, sugiere la especialista, y propone eliminar de la lista las bebidas carbonatadas, los zumos naturales y envasados.

La sed en invierno es mala consejera
EFE/Sanjeev Gupta

¿Por qué es negativo beber un zumo de naranja en la mañana? La endocrinóloga explica que "los zumos naturales generalmente contienen entre 2-3 piezas de fruta, lo que equivale casi al requerimiento diario en un solo vaso", pero no aporta fibra, y por lo tanto, no genera un efecto saciante.

A diferencia del azúcar de mesa, el azúcar de las frutas (fructosa) se va absorbiendo poco a poco en el intestino, con un efecto metabólico beneficioso para el organismo. Por tanto, la doctora Sánchez Rivas incluye "la fruta entera, masticada y si puede ser con piel mejor, en el caso de las manzanas, duraznos, melocotones, peras, ciruelas, así como evitar zumos envasados en brik".

Las bebidas alcohólicas es necesario restringirlas a un máximo de una o dos cervezas diarias, y mejor sin alcohol. Otra opción es tomar una o dos copas de vino para acompañar la cena.

Aliméntate con el principio de la "exquisitez"

Según lo explica la endocrinóloga, "se trata de apostar por la calidad del alimento en lugar de la cantidad". El secreto está en el tamaño de las porciones, pues "se puede comer un poco de todo, siempre que sea con moderación”, destaca la especialista.

EFE/Roland Weihrauch
EFE/Roland Weihrauch

A la hora de comer, nuestro metabolismo agradecerá que variemos el menú, sobre todo si disponemos de un desayuno tipo buffet. Apuesta por las ensaladas frías y la fruta fresca, ya que resulta una opción ligera, rica en fibra y agua. Lo importante es comer despacio, "degustar cada bocado, y tomarnos al menos 20 minutos para comer, sentados, masticando bien los alimentos", recuerda la doctora Sánchez Rivas.

Una opción para las personas que no toleran los alimentos verdes (como la lechuga, el brocoli, la espinaca, o el pepino) es tomar verduras cocidas como calabacín, berenjenas, calabaza, zanahoria, remolacha, y reducir la cantidad de vegetales crudos, aclara la endocrinóloga.

Aunque durante las vacaciones nos desordenamos con los horarios de las comidas, vale la pena considerar por lo menos conservar con un horario regular en las tres comidas principales, porque además de activar el metabolismo, contribuye a "mantener a raya el hambre y así no verse tentado a picotear entre horas", concluye la especialista.

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